Se supone que las grandes narrativas son ineficaces hoy en día en una era de "post-ideología". Pero incluso en un mundo que se dice que está dirigido por algoritmos, la historia es clave para encerrar a las personas dentro de una cuadrícula. Tanto se ha dicho sobre el control a través de la gamificación, pero demasiado poco se discute sobre el papel de la historia. Y si de hecho nuestros social media son una mezcla radical de juego interactivo y no / ficción, ¿no podrían entonces ser considerados una metaficción? ¿Y qué implica esto en las reglas de engagement? ¿Podríamos entrar y salir? ¿Podríamos alterar nuestros plazos casi como si estuviéramos viajando en el tiempo? ¿Tendrían el poder de alterar nuestros recuerdos de forma radicalmente suficiente para cambiar el resultado de nuestra realidad real?
Tomamos muy en serio estas preguntas; tan en serio como el espacio-tiempo continuo; tan en serio como los condensadores de flujo. La web nos ha tragado como un todo. Está orquestada por propagandistas y deflectores subversivos del cerebro, y por trolls que desencadenan virulentos efectos de mariposa sobre nosotros. Sin embargo, nos preguntamos, ¿hay algo que queda por hacer para salvar a nuestros destinos que parecen condenados a ser predestinados? Por lo que vale, el objetivo primordial de este proyecto interdisciplinar es intentar arreglar el curso de la historia, primero identificando los peligros no abordados de la cultura digital contemporánea, luego interrumpiendo las prefabricaciones encontradas en su diseño y operación. En otras palabras, sí, somos muy serios acerca del viaje temporal.